lunes, 29 de marzo de 2010

SEAMOS GÉLIDOS, FLACO

Dicen de nos, que somos crueles, fríos, imperturbables.  Se ha dicho también que andamos con ametralladoras, y muy enojados. ¡Se dice tanta estupidez!  Somos niños que abren puertas y se asoman. Una luz distinta, que a veces quema, que a veces congela.  No es culpa nuestra...


Somos cuerpos que no se reconocen. 
Somos almas en busca del cuerpo que nos abra la puerta.

Hace diez días la vi, la vi a mi alma irse a abrazarlo.  Desde entonces quisiera llevar pintado en la frente que aquí no hay nadie.  Para que no insistan. Para que no esperen.

Juguemos a las escondidas,
mientras el lobo no está.


¿Cuantos mundos tiene un día?
  Cuanto misterio el silencioso hábito.

Parada, máscara en mano, junto a la hoguera
sin llorar, permito que la pena me parta
muero otra vez, renazco mutilada, pero vuelo
a la cumbre me elevo, por perderte de vista
no estás tu ni estoy yo
y jamás pasó nada.



Estoy diciendo, otra vez, adios, y basta.

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