miércoles, 25 de julio de 2007







Se es feliz y potente, al integrar la pureza del amor espiritual con la pasión del amor físico y el poder del amor emocional.






El amor de tu vida no se perdió en el pasado, ni vive en las antípodas. Está muy muy cerca, esperando que te atrevas. El amor de tu vida puede durar una noche o una vida: recuérdalo. No le temas, ni le exijas, ni lo dejes pasar. Sólo presta cuidadosa atención a cada encuentro. No hay encuentros banales.






Cuando dos cuerpos se conectan, si sigue el camino el ser de cada uno... es para fundirse y elevarse convertidos en pura energía, brindando un valioso servicio al cosmos. Al hacerlo, liberamos potenciales vitales.






No tenemos derecho a desaprovechar oportunidad alguna de ejercer este poder, y menos aún asesorados por nuestros miedos. Todo temor se hace obsoleto tras habituarse en la práctica del encuentro sagrado.