martes, 15 de mayo de 2007


La purísima puta madre... María Magdalena, digan que sea la virgen de los peregrinos, de la caridad, es Ella, en su magnífica dignidad, poder y sacralidad. Caravaggio retrató a una prostituta de su tiempo, madre receptiva y hermosa, penetrada por una siniestra sombra, y aún inmaculada; emergiendo de su lugar de trabajo para atender la súplica de los peregrinos.