Arrojo una piedra al estanque
tunel y ondas expansivas se disuelven
llegando casi hasta mi.
Todo vuelve a su quietud inicial
pero ahora está mi piedra
en ese fondo.
Las ondas concéntricas van y vuelven.
Van y vuelven.
Una sola vez
para cada piedra.
Mi corazón no es un estanque sin visitas.
Es un jardín subacuático, obra de sucesivos jardineros
Es un parque infantil escenario de risas y juegos
y en mi lecho de arena y roca
de guijarros y algas y suaves corales
albergo monedas, tesoros varios
deseos, olvidos, descartes
que ahora me hacen, y fueron ajenos.
Arrojo una piedra al estanque
quizás no me agrade verlo tan quieto.
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