viernes, 31 de agosto de 2007
ERÓTICA DEL ARTE
Susan Sontagg
TU ESPALDA EN EL UMBRAL
o
Tristezas de Ventosa Desechada
Cada descarga deja su agujero, y en el tuyo, sábelo allí donde estés, se aprietan los abrazos más totales, se conservan en lágrimas los besos rellenos y enroscados, las caricias más cargadas y urgentes.
Cada adiós deja su agujero, y en el tuyo, sábelo allí donde estés, se precipita un diluvio con la melodía más triste, tan triste como las flores en los días más secos del verano, triste como condena de abandono, como flecha sin arco, triste como ver tu espalda en el umbral por última vez.
Cual ventosa aturdida adherida aún a esquirla de vidrio que la escoba ignoró al barrer final de fiesta.
Cada mirada tuya deja su agujero, debes saberlo allí donde estés, y el mío perfora mi frente y atraviesa mi corazón, en doloroso túnel corvo, torvo, espiralado, donde te tengo escondido y mío aún.
Del Desapego he entendido poco en la vida (no he logrado reconciliarme con él)... era un vidrio entre ÉL y yo, fragmentado por la pedrada del abandono... es la distancia entre lo que me pasa y yo, y la certeza de que esto pasó, pasa, y también pasará... como todo lo demás.
Por ahora me masoqueo sintiéndome material descartable. Triste ventosa sin destino.