Ella: GRACIAS POR EL CHOCOLATE… ni que nos conociéramos
El: La conozco más de lo que se imagina,
y menos de lo que yo quisiera,
la conozco por su voz
que abre puertas:
"ábrete sésamo"
y mi corazón se abrió,
se que su mirar pasivo, profundo,
exhala mi luz necesaria,
y el sentimiento creció.
y la voz que escapa
en medio de sus labios
es la llamada que mis oídos esperan
para desnudar el alma
y caer de hinojos a sus pies.
Si esto resulta vano
se que mis letras, que palpitan,
inundan las cuencas de sus ojos
asomando apenas
el rostro de una lagrima,
que gustosa se apresura
a leer lo que usted provoca.
Ella: Lo que Usted provoca
Usted es bálsamo y alimento
para mi poesía rota, para mi ilusión anémica
Usted, montaña mágica, chocolate y viento
Usted me provoca,
¡mucho cuidado!
que de este lado y atendiendo
mujer salvaje, y de amores ayunando.
El: usted que apenas mira,
usted que desnuda de letras
sonrie en el delirio de mi espera,
usted que redondea con su poesia,
mas entera que nunca,
la idea vaga de mi vida.
a usted espero,
a usted aguardo
y mi objetivo mas liviano
es provocar a la que mi letra atiende
y espero como carne inmovil
a la que salvaje se promete
deseoso de acallar hambres postergadas
en la luna llena o sin luna que mas da
el lobo vive al ser devorado
El: la noche inicia
el alimento servido
los dientes afilados,
y por ellos,
se derrama la espera
que besa cuerpo y alma,
si lo que provoco
me mantendrá
atado en su carne,
arriesgo morder
delirante la piel
de su palabra
y dejar que sacie
el letargo de la sangre
Ella: Cada minuto del viaje hacia la sombra
me he acoplado tibia y húmeda a tu cuerpo;
cada instante del día fue de espera
espera alada y fulgurante.
Te has vuelto exquisita droga que me ata
deseo que se inflama y explotando
alguna noche urgente nos encuentra.
Esta noche soy de piel, pliegue
profunda atávica hendidura
toda motor, calentando y a la espera
de ti, tu, energía, mano y llave
que al penetrarme enciende
y ya no apaga, ni puede agotar
mi hambre de tu cuerpo,
mi sed de tu encendido verbo.
El: mi verbo es lo menos encendido
al contemplar tu imagen nueva,
y tus letras trasformadas
en el huésped invertebrado de tu boca,
recorren de mí, mas que vista y mente,
la envoltura de este cuerpo, por ti, jadeante
imagino la humedad tus bocas calcinante,
y la suavidad humeante de sus bordes,
que mis labios hambrientos dudarían
en cual de ambas saciar, ¡imposible!,
el deseo incontenible que mantiene mi epidermis
constantemente, a causa tuya, desdoblada.
agotar pronto, espero,
la palabra escrita e invitante
y recurrir a la palabra acariciada
que estremece,
a la palabra gemida
a la palabra volcánica explotada,
entre cuerpo y cuerpo penetrado,
entre boca y sexo humedecido,
entre boca y placer derramado.
Ella:
Mi cuerpo es una cueva verde
que el deseo ha excavado bajo la ardiente
superficie ávida de Javier, que es mi piel.
Mi cuerpo es una caverna que espera
que una noche cualquiera
aparezcas, lobo, para aullar en mi
a saciarte en mi, y entre gemidos y fluidos
hacernos, en contacto, carne.
Lobo, ¿estás?
Donde, cuando, como
EL: hurga en tus entrañas
en la espesura verde,
negra o dorada,
en las colinas ,
en los valles,
en la humedad de tus gemidos,
en el movimiento incesante
de tus dedos que preparan,
para el arribo de mi ser,
el borde de la caverna
añorada, deseada,
y, por fracciones de mi cuerpo,
pronto penetrada,
hurga en tus bocas
en las esfericas coronas
que se yerguen excitadas,
en las redondeces concavas
donde mis convexos
anhelan el avance-retirada
multiple nocturno,
firme hasta
el anhelado grito
Mercedes deseo tanto la miel de tus bocas,
que la mia se derrama en la pantalla,
vaciar mis estrellas en tu cuerpo,
lamer el manto que te cubre,
tu acceso candente que me espera,
perfumar mi rostro del rocio
que exala tu cuerpo al ser vencida,
y llegar a arrancarle a tu garganta
el grito o aullido placentero.
estoy cerca,
puedo oler el rastro
de mi hembra en celo.
Ella: ¿Sos una mascota sin dueño? Que suerte la mía!
El: sabia que llegarías
mi correa rota
mis labios secos
la puerta entreabierta de día,
de noche te busco.
te huelo
te sigo
piso en tu rastro
para mantener intacta
tu mirada,
tu sonrisa y la desnudez
de tus hombros
cae la tarde
mas te huelo,
voy tras de ti.
Ella: ¿Querés jugar conmigo?
En la vereda enredarnos
por la noche mezclarnos
entre tantas perdidas yo
tu entre los hallazgos.
A jugar tu y yo, si es que vamos
a las escondidas contigo hoy
del olor, el sabor y el tacto.
El: perderme contigo?
suplica insistente
necesidad, de noche, latente,
posibilidad
firme despierto,
dormido ya presente.
el juego inicio
al tener tu rostro
en mi pantalla
y tus desnudos hombros
casi cerca, casi deletreando
los minutos de la espera.
te espero
Ella: Perdernos una noche, si, deseo
deseo, te deseo
morder, tocar, oler, acariciarte
perdernos, mas y mas y mas
y mas adentro, elevar y hundirnos
a volarnos
a lamer y acariciarnos
te siento ya
explotar
adentro.
Te deseo.
El: hoy tu olor esta conmigo,
noche colmada de jadeos,
caderas tuyas encendidas
sobre el rostro mio receptivo
y en tu boca laberinto, de poesia,
algo de mi ardiente y firme
ocupaba los espacios,
cambio mil veces la hora
cambio mil veces la forma,
la danza de cadera y cadera
concavo y convexo mencionados
saliba, sudor, senos,
labios, orejas, cuellos,
tus hendiduras llenas
mis colmillos en redondeces
tus dientes sin descanso
el final cordinado alucinante
las estrellas mias y tuyas
en tu enmedio
cuerpos calcinados.
TE VOLVI A BEBER
TE NECESITO
TE NECESITO
TE NECESITO
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