miércoles, 16 de enero de 2008

SEXO SALVAJE

En cuanto a las fuentes, como toda causa, se reducen a mera fantasía. No sabremos lo que es la mística, pero lo que genera en una persona es accesible a la observación directa. Hoy el astuto hombre de negocios está muy cansado y se siente un tigre perezoso descansando bajo un árbol; eso si: siempre dispuesto a dar pelea. La niña asustada quisiera ser PC para lograr comunicarse; el obeso oficinista sudoroso e impotente quiere ser avión para volar y que lo mantengan. Cada día el deseo coge con el miedo a plena luz y en caliente. Los plásticos se precipitan hacia el centro, y allá en la esquina limosnea un discapacitado que me carga.

La paz aguarda en ese espacio de silencio que el cuerpo reserva para el deseo, un paso más allá de cobardías e infamias tales como la resistencia, la lucha, la defensa y el castigo.

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