viernes, 27 de julio de 2007



Construyo un castillo
Castillo noble y gentil
Tan hábilmente como puedo
Dulce en las raíces
Grande y pequeño
Lleno de cantos de aves
Sus dominios se extienden
Bellos como ninguno
Ese castillo es el
Castillo del amor
Señor de señores
Y del castillo las altas torres
Donde el extranjero encontrará
A su dama
Y blancos corderos
Como símbolos de amor
Ahí reposa la amada
Que implora con dulzura
Por la protección de su bien
En el instante de gran necesidad
La primera puerta está siempre abierta
La segunda está cerrada
Y es sólo para los preferidos
Se deberá abrir con un beso puro
Una vez que esa puerta se ha franqueado
Ya no hay más defensas
En el castillo
Pero quien pasa ese límite
Y no avanza aún más
Atrae su mal fin
No es digno del amor
La gran sala y el techo que la cubre
Son para acariciar largamente
Y para dormir muy juntos
Desnudos con tu amiga
Las puertas y ventanas
Son hechas de bellos semblantes
Los muros espesos de piedra oscura
Son males y tormentos



De la ausencia que se hace
Sufrir al suplicante
Hasta que no revele
Sus más delicados sentimientos
Las alcobas están hechas de entregas
De discreción tenida por preciosa
En las cocinas y en la gran sala
No hay más fuego que el amor
Aquel que logra entrar en el castillo
Deberá ser su defensor
Encontrará allí seguridad al fin
Y nada que perder
Porque las legiones
Venidas de las distancias
No podrán penetrar
En un castillo tan seguro
E inviolable
Residencia a la que pertenezco
Estas son las palabras
Y el mensaje
Que de lejos te son enviados


Extraído de ELELLA de Miguel Serrano

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